“Vendí a mi hija y ahora soy una muerta en vida”

“Vendí a mi hija y ahora soy una muerta en vida”
Hace 10 años que la dueña de esta historia cobró 10,000 dólares para alquilar su vientre a una pareja que anhelaba convertirse en padres. Duró todo el embarazo en una casa que nunca supo dónde quedaba, y solo pudo amamantarla por un mes. Después de ahí, nunca más ha vuelto a verla y hoy sufre las consecuencias.