Muhammad Ali siempre le prometió a Mike Tyson ir a verlo entrenar

Muhammad Ali siempre le prometió a Mike Tyson ir a verlo entrenar pero nunca mantuvo su palabra.

Un día decidió mantener su palabra e ir a verlo entrenar.

Tan pronto como Tyson lo vio entrar, dejó todo y saltó del ring como un huracán y fue a arrodillarse para saludar a Ali.

En ese momento al arrodillarse ante el, hizo el reconocimiento de su gratitud.

Nunca serás grande si no sabes reconocer a aquellos que se hicieron grandes antes que tú y que plantaron el árbol bajo el cual te escondes del sol.