Amanecí con dos lágrimas de impotencia en cada mejilla.
Hace 13 años que nuestro Juan Almonte fue » robado» frente a su empresa ,cuando se disponía a comprar unas frutas, por un grupo cavernicola de la uniformada en un vehículo verde azuloso, sin placa y trasladado a las cercanías de Villa Mella.
Más tarde lo mueven para las oficinas de Dintel , donde fallece por las torturas que le aplicaron
No puedo continuar escribiendo mis manos casi están sudando sangre por la rabia e impotencia que me embarga.
Siento que me arropa un volcánico deseo de sentir que la justicia es viable , pero no ha sido así, . Hasta ahora no tenemos voluntad política, ni justicia que garantice los derechos humanos.
Perdóname Juan ,no seguiré escribiendo por ahora, mi corazón está muy acelerado, pero te aseguro que haremos justicia, aunque tengamos que morir para que viva la justicia.
Que aparezcan los culpables de la muerte y desaparición de Juan Almonte.
